Para la tabla “Sonrisas” de Retos Ilustrados.
Reto: Afable, número 3.
*Se abre el telón y que empiece la función*
Un café en mitad de la ciudad de Ottawa. Una chica vestida con tejanos claros y camiseta amarilla. Lleva muchos collares y anillos. A pesar de estar en pleno invierno en Canadá, parece no tener frío con esa fina prenda de ropa. Se está tomando un chocolate caliente. Se lo lleva lentamente a la boca, lo degusta, traga y vuelve a posar la taza en la mesa, para repetir lo mismo unos instantes más tarde. Admira el paisaje; eso es todo.
La contemplas y te preguntas cómo debe ser. Luce una sonrisa afable. Parece simpática y educada. Además, es guapa. Quizás te sirva para tu próximo anuncio publicitario. Tal vez ella pueda emplear esa sonrisa con la nueva pasta de dientes de Colgate. Sí, eso es. Ella puede ser un buen spot publicitario.
Como no dejas de mirarla, has atraído su atención. Se levanta y se sienta delante de ti.
—Y bien, ¿en qué puedo ayudarle? —pregunta. Te guiña el ojo y prosigue —. Sepa que cobre quinientos dólares la hora conmigo. Mi tiempo es oro y no puedo malgastarlo.
—Tiene una sonrisa realmente preciosa. Invita a conversar y a mirarla.
—Oh, entonces subiré mi propuesta: Setecientos dólares la hora por mi sonrisa.
Reís. Sí, es simpática y bromista. Eso es bueno. Le propones tu plan sin siquiera preguntarle como se llama. Ella te escucha atentamente. Finalmente, asiente con la cabeza y te saca la lengua.
—Lo siento, señor, pero yo lo último que soy es afable. Ahora mismo siento la necesidad de tirarle el chocolate encima por haber estado mirándome durante más de media hora. Me debe trescientos cincuenta dólares. Y ahí le dejo la cuenta de mis cinco chocolates y…
—¡Ally, basta! —la reprende alguien —. Vámonos y deja al señor en paz.
Se gira y te hace una seña obscena. Sale pitando tras de lo que parece su madre y se mete en el coche sin mirarte de nuevo. Un camarero se acerca a ti.
—Me han pedido que le diera esto —dice mientras te entrega un papel doblado.
Lees:
“No soy la persona adecuada. Mi sonrisa es sincera, pero de afable no tengo ni una gota hasta que me conocen (y han de pasar días para eso). Le sugiero a mi amiga Mary. Sus dientes le deslumbrarán y la cantidad de temas que tiene para hablar también.
Ally.”
En fin. Pagas lo tuyo y lo de Ally y sales en busca de la tal Mary, aunque sabes que por mucho que la chica lo niegue, en el fondo es una persona de buen trato.
*Cae el telón*
Seré sincera: ha estado demasiado extraño. Pero me ha encantado. Ally ya se está conviertiendo en uno de mis personajes favoritos.
ResponEliminaFelicidades. Un buen escrito :)
Este en cuanto a contenido me agradó más, lo que sí, me gustaría saber cuál es el gesto obsceno que hace, por qué lo hace y en qué momento Ally tuvo tiempo para escribir la nota estando frente al hombre (tomando en cuenta que hasta que no lo encara no sabe que busca de ella).
ResponEliminaAh, noté que aquí: "Sepa que cobre[...]" supongo que será "cobro".
Otra vez te felicito ^^ No me canso de decirte que te expresas muy bien.