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dissabte, 7 d’agost del 2010

Un día como cualquier otro

Un día como cualquier otro by Lady Eevee.

Para NEISSA, la Naranjita que másmolamogollón y que me ha caído genialmente genial. Viene de Retos Ilustrados y del Antro y… ¡espero que te guste mucho y que lo disfrutes!

*Se abre el telón y que empiece la función*

Rin miró el prado que se extendía ante ella. Verde, rojo, amarillo, violeta… una sinfonía de colores que atraían a miles de mariposas, las cuales danzaban alegremente alrededor de las flores que desprendían dichos destellos de colores.

La niña alzó su mirada al cielo azul. Estaba despejado; típico de un día caluroso. Estaban en el sexto ciclo del año, lo que implicaba la inminente recolección de las plantaciones y la próxima sembra de nuevos productos para poder tener provisiones para el invierno. El sol brillaba con fuerza, pero ella estaba a salvo de sus rayos, bajo un árbol frutal.

Rin suspiró tranquila y reposó su cabeza sobre Fluffy, el manto peludo que Sesshomaru. Lo había bautizado así porque su tacto era sedoso y espumoso. Era una buena almohada para aquellas noches que su señor se iba a quedar y ella podía reposar más cómodamente. Aunque no eran muchas las ocasiones que tenía de disfrutar de su silenciosa compañía.

Sesshomaru simplemente cerraba los ojos y quedaba en un estado de alerta insospechado. No se movía y simplemente su respiración armónica y acompasaba denotaba que estaba vivo. El viento que soplaba de vez en cuando alteraba sus blancos cabellos, pero siempre volvían a su lugar inicial.

Jaken había ido a buscar la comida por una seca orden del señor. Él siempre obedecía las órdenes, ya fuera rechistando o sin hacerlo, pero siempre acababa acatándolas. Rin no sabía si era por miedo o por respeto. Tampoco le importaba. Simplemente ayudaba cuando se lo pedían y reposaba cuando no.

Ella simplemente vivía una segunda vida. Después del ataque a su aldea, de la muerte de sus padres y del rescate por parte de Sesshomaru, solo deseaba permanecer con sus seres queridos. En esta ocasión, dichos seres eran su señor y Jaken.

Rin tenía esos pensamientos a diario. Era feliz así. Y hoy era un día como cualquier otro.

*Cae el telón*

dimecres, 4 d’agost del 2010

Alas cortadas

Alas cortadas by Lady Eevee.

Para la tabla “Oraciones nº 2” de Retos Ilustrados.
Reto: Caída, número 1.
Palabras: 47

*Se abre el telón y que empiece la función*

Te ví y mi mundo se tambaleó. Cupido me había clavado su flecha. Pero tu eres humana, yo ángel. Miras al cielo y sonríes. Me llegas al alma. Corto mis alas. Me precipito a la Tierra. Me caigo a tu lado. Soy humano, al igual que tú.

*Cae el telón*

¿Existe?

¿Existe? by Lady Eevee.

Para la tabla “Oraciones nº 2” de Retos Ilustrados.
Reto: Infinito, número 1.
Palabras: 56

*Se abre el telón y que empiece la función*

¿Existe? Quizás sí, quizás no. Si existe, ¿qué es? No lo sé. Algo tan grande que ni nos podemos imaginas. Entonces… no existe. Pero el término está descrito. Pues existe. Pero no lo podemos ver, ni tocar, ni oler. No puede ser cierto. Pero lo es. Pero no lo es. Contradictorio. Infinito. Qué palabra tan hermosa.

*Cae el telón*

Risa

Risa by Lady Eevee.

Para la tabla “Oraciones nº 2” de Retos Ilustrados.
Reto: Palabras, número 13.
Palabras: 23

*Se abre el telón y que empiece la función*

Retos Ilustrados. Carta No Ilustrada. Tabla Oraciones. Tabla número dos. Reto número 13. Se llama Palabras. Mis labios se contraen en una sonrisa.

*Cae el telón*

Insultos

Insultos by Lady Eevee.

Para la tabla “Oraciones nº 2” de Retos Ilustrados.
Reto: Iditota, número 12.
Palabras: 61

*Se abre el telón y que empiece la función*

David te ha dejado por una chica más alta, guapa y delgada. Es un idiota. Cree que con ella será más feliz porque quizás es mejor en la cama. Es muy idiota. Su sonrisa tonta y absurda no pega con la de David; de anuncio y película. Vaya pareja más idiota. No puedes evitarlo: Les odias. Son idiotas sí o sí.

*Cae el telón*

Arte

Arte by Lady Eevee.

Para la tabla “Oraciones nº 2” de Retos Ilustrados.
Reto: Pintura, número 11.
Palabras: 15

*Se abre el telón y que empiece la función*

Murmurar con sombras. Susurrar con destellos. Hablar con formas. Eso es pintar. Eso es arte.

*Cae el telón*

¡Ñam, ñam!

¡Ñam, ñam! by Lady Eevee.

Para la tabla “Oraciones nº 2” de Retos Ilustrados.
Reto: Helado, número 10
Palabras: 45

*Se abre el telón y que empiece la función*

Todos los sabores. Cualquier gusto imaginable. Todo eso es convertido químicamente en una masa llamada helado. Está deliciosa. Hay con muchas calorías, estándar o Light. Se inventan de todo. Probamos de todo. Pero nuestra vida es más feliz con los helados. Frescos y sabrosos. Deliciosos.

*Cae el telón*

Palabras encarceladas

Palabras encarceladas by Lady Eevee.

Para la tabla “Oraciones nº 2” de Retos Ilustrados.
Reto: Libros, número 9.
Palabras: 27

*Se abre el telón y que empiece la función*

Tinta negra. Tinta blanca. Tinta de color. Letras impresas sobre una hoja. Encarceladas en papel. Atadas para toda la eternidad. Así son los libros: Cárceles de palabras.

*Cae el telón*

Primer objeto adquirido con mi dinero

Primer objeto adquirido con mi dinero by Lady Eevee.

Para la tabla “Oraciones nº 2” de Retos Ilustrados.
Reto: Anillo, número 8.
Palabras: 64.

*Se abre el telón y que empiece la función*

Algo completamente mío. Ganado con mi sudor, con mi esfuerzo, con mi trabajo. Entro en la tienda y lo cojo. La señora del mostrador me sonríe. Le entrego el objeto, me dice un precio (el cual previamente yo he mirado) y le entrego el dinero justo. Salgo a la calle y me lo pongo rauda como el viento. Mi primer objeto comprado por mí.

*Cae el telón*

Confesiones

Confesiones by Lady Eevee.

Para la tabla “Oraciones nº 2” de Retos Ilustrados.
Reto: Manos, número 7.
Palabras: 47.

*Se abre el telón y que empiece la función*

Su mano acaricia la tuya. Con su dedo índice recorre tu palma arriba y abajo. Es un lenguaje internacional: Se está confesando. Te quiere. LE miras y le sonríes. Se sonroja. Te parece adorable. Le besas entre el tráfico humano de la Gran Manzana de Nueva York.

*Cae el telón*

Televisión

Televisión by Lady Eevee.

Para la tabla “Oraciones nº 2” de Retos Ilustrados.
Reto: Televisión, número 6.
Palabras: 17.
Nota: Otro corto. Pero es que televisión… eso es lo que es. xD

*Se abre el telón y que empiece la función*

La caja tonta que a veces no es tan tonta y nos enseña curiosidades de la vida.

*Cae el telón*

Rock

Rock by Lady Eevee.

Para la tabla “Oraciones nº 2” de Retos Ilustrados.
Reto: Rock, número 5.
Palabras: 21.
Nota: Corto, porque eso es para mí el ROCK verdadero. Oh, yeah!!

*Se abre el telón y que empiece la función*

El rock es como la nota que está en un tono especial: No es muy común, pero a todos les gusta.

*Cae el telón*

Abracadabra

Abracadabra by Lady Eevee.

Para la tabla “Oraciones nº 2” de Retos Ilustrados.
Reto: Brujería, número 4.
Palabras: 94

*Se abre el telón y que empiece la función*

Él te mira. Tú le miras. La luz tenue de la habitación invita al recogimiento. Habláis en susurros. Él te dice lo bella que estás con ese pijama rojo. Te besa la mano y sube por el brazo hasta llegar a tu clavícula. Le miras como una niña pequeña embobada. Enciende velas por toda la habitación. Se acerca con un puñal. Te hace un ligero corte. Murmura un “abracadabra” y de las gotas de sangre salen preciosas joyas que te coloca con cuidado. Te besa y te repite lo mucho que te quiere hasta el amanecer.

*Cae el telón*

Rojo tinto

Rojo tinto by Lady Eevee.

Para la tabla “Oraciones nº 2” de Retos Ilustrados.
Reto: Sangre, número 3.
Palabras: 65

*Se abre el telón y que empiece la función*

Bebes el líquido rojizo que hay en tu copa. Sonríes. Bebes otro sorbo. Sonríes otra vez. Tu invitado te mira sin quitarte ojo de encima. Apuras la copa. El mayordomo sigue desangrando la mujer para verter la sangre en tu copa. El rojo tinto mancha tus comisuras. Le vuelves a sonreír a tu invitado, quien está horrorizado. Sabe que morirá después de la exquisita cena.

*Cae el telón*

Luna

Luna by Lady Eevee.

Para la tabla “Oraciones nº 2” de Retos Ilustrados.
Reto: Playa, número 2.
Palabras: 57

*Se abre el telón y que empiece la función*

Plata que se convierte en agua; esencia de la vida. La luna se refleja en el espejo marino. Ally observa atentamente. La brisa silba. Los grillos cantan. Un delfín salta y se ríe. Ally hunde sus manos en la arena. La tranquilidad y soledad de la playa la invade y la sumerge en un mundo de susurros.

*Cae el telón*

Corre, corre

Corre, corre by Lady Eevee.

Para la tabla “Oraciones nº 2” de Retos Ilustrados.
Reto: Carrera, número 1.
Palabras: 99.

*Se abre el telón y que empiece la función*

Competición femenina. Ruido. Aclamaciones. Se oye un tiro. Empiezan a correr las muchachas. Ally va con tacones de once centímetros. Puede ganar; va de las primeras. Sigue corriendo por ese cheque de mil euros. Su corazón late desbocado. Allí está la meta. Solo hay una más que adelantar. La supera. Rompe la tela y cruza la línea que delimita el seguir participando con el haber acabado. Una carrera ganada. Saluda al público. Mira sus pies y la ve. Otra carrera, pero en las medias. Eso será lo primero que se compre. Luego, una camiseta igual para todo el grupo.

*Cae el telón*

Egoísmo

Egoísmo by Lady Eevee.

Para la tabla “Sucesos” de Retos Ilustrados.
Reto: Final, número 5.
Nota: Este fanfic incluye Disclaimer. Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer y las editoriales que cuentan con su copyright. Además, sabed que no tengo nada en contra de Jake, fans del Bella/Jacob.

*Se abre el telón y que empiece la función*

Bella pensó que todo lo sucedido era culpa suya. Aunque todo el mundo dijera que no lo era, para ella era inevitable pensar en lo contrario. En el fondo, sabía que era cierto: Por su causa, había herido a su amor Edward y también a su mejor amigo Jake. Tenía que arreglarlo y la única forma de hacerlo era ir a hablar con Jacob.

Decidida, caminó hacia La Push, reserva y hogar de los Quileutes. Era un suicidio seguramente. Jacob era mucho más fuerta, rápido, musculoso que ella. Pero Bella tenía un arma secreta: El podre de la seducción. El sucio juego de una traición inimaginable. Pero era necesario.

Jacob tenía que desaparecer. Y así se haría.

Estaba nerviosa. Muy nerviosa. Iba a acabar con su mejor amigo por egoísmo. Porque deseaba a Edward no podía permitir un enfrentamiento entre él y Jake. De ninguna manera. Jacob se había propasado al besarla, pero la tarde de seducción en el taller había sido más que suficiente. Si no iba a comprenderlo, debía apartarse de ella. Y si no quería eso, sería ella misma, Bella, quien acabara con él.

Jake salió a recibirla con una sonrisa en la cara. Pensó que había ganada. Bella le dio un abrazo y le sugirió un paseo a pie hasta los límites del territorio de los Cullen. Allí llevaría a cabo su plan…  Por el camino le cogió la mano (aunque tardó, pues no iban muy coordinados), le miró a los ojos después de sonrojarse, y le sonrió, pero era más bien una mueca. Flirtear no era su mejor afición, pero había que intentarlo.

Jacob no parecía importarle que no fuera una experta. Se le veía feliz. Bella tuvo que hacer grandes esfuerzos por reprimir ese sentimiento de culpa que iba acompañado de mares de lágrimas. Se paró en seco y él la miró.


—Bells, ¿sucede algo? —preguntó Jake extrañado —. ¿He dicho…?

No pudo terminar porque Bella se le había acercado inesperadamente y unió sus labios a los suyos. Un dolor punzante se instaló en su corazón. Entonces Jake lo comprendió todo.

—Lo siento Jacob, pero no puedo vivir sin ti y tú no me dejarás en paz.

Bella empezó a correr hacia su casa, con una daga de plata ensangrentada en la mano. Jake no soportaría esa herida en pleno corazón. Moriría desangrado antes de que Sam lo encontrara. Y ello cogía un vuelo en medos de tres horas.

No volteó al pasado. Solo deseó que su conciencia quedara limpia, pese saber que eso era imposible. Había puesto punto y final a una relación de amistad. Había puesto punto y final a una vida. Había finalizado una etapa y quería empezar otra.

*Cae el telón*

El comecocos

El comecocos by Lady Eevee.

Para la tabla “Sucesos” de Retos Ilustrados.
Reto: Miedo, número 4.

*Se abre el telón y que empiece la función*

Aurore no puede conciliar el sueño. Hay algo en esa horrenda habitación de invitados que no le permite cerrar los ojos en un plácido y dulce sueño. Se abraza un poco más a su oso de peluche. Quiere sentir el calor de ese ser que la ha acompañado desde el día que cumplió los tres años y abrió aquel paquete.

El tic-tac del reloj sigue molestándola. Lo lleva escuchando desde que se acostó en la cama. Ahora se oye un coche pasar derrapando. Y otro le sigue. Luego el silencio. Las luces de la calle iluminan tenuemente la estancia. Recorre con la mirada la estantería repleta de muñecos siniestros, la mesita llena de lápices de colores y el sinfín de cuadros que hay en la pared.

Se oye un gruñido. Aurore se abraza más al peluche. El sonido parece venir de debajo la cama. Cierra con fuerza los ojos, deseando que todo pase. Siente como algo se desliza desde los pies hasta arriba. Poco a poco. Es suave y sedoso. Nota como se acurruca a su lado; como se aprieta a su espalda.

Se da la vuelta lentamente. Primero no ve más que una silueta. Luego, sus ojos rojos se clavan en los suyos. Sea lo que sea, muestra unos dientes afilados que brillan misteriosamente. El animal se prepara para atacar. Aurore se aparta lo más rápidamente que puede, pero ella es lenta. La bestia le estira los pelos y clava sus dientes en su cuello. Aurore grita.

De repente las luces se encienden y aparece su madre con la bata de dormir. Un sollozo sale de la voz de la niña, que abrazada a su osito de peluche, sigue gritando.

—Aurore, cielo, ya está. No ha sido más que una pesadilla —la tranquiliza su madre.

Sí, una pesadilla. Con el comecocos. Deja de llorar. No ha pasado nada. Su madre la acuesta de nuevo. Ella se seca las lágrimas y trata de conciliar el sueño de nuevo. Se repite que solo ha sido un malsueño. Pero Aurore escucha una risilla. Y sabe que no ha sido una pesadilla.

*Cae el telón*

dimarts, 3 d’agost del 2010

Asesinato a tu lado

Asesinato a tu lado by Lady Eevee.

Para la tabla “Sucesos” de Retos Ilustrados.
Reto: Asesinato, número 3.

*Se abre el telón y que empiece la función*

Miras por la ventana, Ally. Todo está húmedo. Ha llovido intensamente durante los últimos cinco días. A pesar de estar en pleno verano, hace mucho frío en París. Tanto, que te has visto obligada a comprarte un jersey nuevo de lana. Recuerdas que entraste en aquella tienda de Dolce&Gabanna, mirando algo que pudiera interesarte. Y allí le viste. Y allí todo empezó…

Él estaba sentado en el sillón amarillo. Tenía la cara contraída por una mueca de aburrimiento. Soltó un bostezo. Atrajo tu mirada por lo guapo que lo encontraste. Rubio, pelo largo, con mocasines y su polo. Un típico niño rico.

Te devolvió la mirada alzando una ceja. Te reíste en tu interior mientras tú le alzabas la otra. Le arrancaste una sonrisa. Se levantó y se acercó a ti. Tú le ignoraste y fuiste a buscar aquello que querías comprar: El jersey lila que habías visto en el escaparate. Te probaste la prenda y la pagaste. Él seguía esperando con su sonrisa.

Su acompañante le reprendió con una dura mirada. Celosa, pensaste. Él la apartó de su lado y le dijo que se fuera a buscar otro galán. Vaya carcajada soltaste en aquel momento. Fuiste una maleducada, pero la cara de asqueo de la chica te provocó unas ganas terribles de echarte al suelo. Tú siquiera habías hecho algo salvo devolver una mirada.

Sin mucho que decir, salisteis a la calle. A caminar, a pasear, a simplemente disfrutar de compañía y silencio. Tú estabas demasiado callada. Él no te quitaba la vista de encima. Tus pies se movían sin rumbo fijo. Ahora a la izquierda, ahora a la derecha. Acabasteis en un callejón pequeño. Ya había oscurecida cuando saliste de tu trance.

Algo te golpeó por detrás. Lo último que recuerdas fue que él aulló de dolor. Te desplomaste en el suelo.

Horas más tarde, sentiste como si la bruma que te hubiera atrapado se dispersara. Tus ojos vieron la dura calzada y te incorporaste. Ante tus ojos estaba él. Te acercaste rápidamente, aunque ya sabías que no era posible que siguiera vivo. Un asesinato delante de ti. Al menos habían tenido la decencia de dejarte inconsciente.

Él, tu acompañante sigiloso, estaba muerto. El puñal clavado en su corazón así lo demostraba. El charco de sangre lo corroboraba aún más. Las lágrimas cayeron por tus ojos…

… y ahora hacen lo mismo. Te las secas con la manga. Bajas del autobús y caminas un par de calle. Vuelves al escenario del crimen. Allí te disculpas en voz alta entre sollozos. Si hubieras hablado con él, si le hubieras invitado a algo… todo son conjeturas, pero sabes que esto no debería haber ocurrido.

*Cae el telón*

Tortura

Tortura de Lady Eevee

Para AGUSELIZ, la peque del foro Retos Ilustrados, una chica muy simpática y que parece molar mogollón. ¡Disfrútalo tanto como yo el haberlo escrito para ti!

*Se abre el telón y que empiece la función*

Walter abre los ojos poco a poco. Su visión es borrosa. No sabe dónde está. Los rayos del sol le tuestan la cara y las manos. En pleno desierto el calor es insoportable… ¡Los rayos del sol! Se da cuenta rápidamente de que ha abandonado las cavernas. ¿Cómo, cuándo y por qué?

Se incorpora, pero algo no le permite emplear sus manos con total libertad. Fija su vista en sus muñecas: Lleva unas esposas. Sus pies también están atados también. No sabe qué le sucede, pero empieza a ponerse nervioso.

Una sombra se acerca lentamente. Solo es una visión borrosa. Walter se pone nervioso. Distingue la figura: Es una chica bajita; la buscadora de Wanda. Walter no entiende nada. Ella esboza una sonrisa ante la mirada confundida del humano.

—No ha sido muy difícil secuestrarte. Simplemente he tenido que descubrir la entrada desde el techo de la sala del doctor y salir luego por una entrada olvidada. Os he estado espiando.

Walter la contempla. Su sonrisa se ensancha.

—¿Qué quieres? —murmura él.

La buscadora simplemente le arrastra cual perro vagabundo hacia lo que parece una pequeño laboratorio de campo, improvisado allí mismo. Walter apenas puede ver algo hasta que ella lo sube a la camilla. Es fortachona pese su estatura.

Una vez que Walter ha sido colocado en una posición cómoda para la buscadora, ésta empieza a mirar los instrumentos que tiene al lado. Walter se horroriza. Hay toda clase de herramientas para cortar. Desde bisturís hasta sierras. También tiene miles de clavos y un martillo gigantesco.

Walter sabe qué le sucederá, pero no comprende qué busca de él.

—Quiero hacer pagar a Wanderer todo aquello por lo que he tenido que pasar. Mis superiores han estado a punto de enviarme a otro mundo pensando que había fracasado —responde la buscadora ante la muda pregunta de Walter—. La mejor forma es torturando a aquellos por los que ella siente afecto. Tú serás el primero en perecer; el más frágil.

La buscadora coge el bisturí y empieza a dibujar letras de otro mundo en el pecho del anciano. Walter grita de puro dolor. Ella sonríe. En pleno desierto y a kilómetros de sus compañeros nadie oirá su suplicio. Cuando termina, coge un clavo y empieza a insertarlo en las flácidas carnes de Walter.

Él sigue gritando de dolor. Ella mantiene su sonrisa.

En el siguiente paso, sus frágiles huesos son definitivamente rotos por la brutal fuerza ejercida con el mismo martillo usado para clavarle los clavos. Los chillidos son a pleno pulmón. La buscadora frunce el ceño. ¿Cómo puede un hombre de tan avanzada edad gritar así? Le sorprende lo que el dolor es capaz de hacer.

La sangre corre por los orificios en donde hay clavos. La camilla está ya empapada del líquido rojo. Qué más da. Su próxima víctima tampoco escapará. Es mejor dejarla sucia y que ellos mismos lleguen a deducir qué les sucederá.

La buscadora no cede su tortura en dos horas, hasta arrancarle el último suspiro al anciano. Cuando se percata de que el viejo ya no respira, se detiene. Mira hacia el sol que se está poniendo. Hoy irá a por su segunda víctima.

Coge el cuerpo inerte de Walter y lo entierra en una fosa cavada previamente. Se ha acabado. Uno menos.

Wanderer lo lamentará.

La buscadora lo sabe.

*Cae el telón*

¿Y todas las promesas que no cumpliste?

¿Y todas las promesas que no cumpliste? by Lady Eevee.

Para la tabla “Sucesos” de Retos Ilustrados.
Reto: Traición, número 2.

*Se abre el telón y que empiece la función*

Me traicionaste. Para tu bien, para mi destrucción. ¿Por qué exactamente lo hiciste? Te dí motivos para que dejaras de quererme. Hice cosas de las que ni tú ni yo nos enorgullecíamos. Tenté a nuestro destino muchas veces. Pero tú aceptaste todos esos riegos; uno tras otro.

Juraste muchas cosas. Una bonita casa de piedra de dos plantas. Varias habitaciones. Estancias privadas. Poder calentarnos con una chimenea en lugar de dormir con animales. Comer en una sala distinta a la cocina. Muchas cosas de lujo; privilegiadas en la época feudal.

¿Y ahora qué?

Tú estás en tus ensoñaciones. Vives en esa casa prometida. Tienes a otra mujer que se comporta. Posees de todo y más. Gracias a mí. Por mi cabeza. Por tu traición.

Soy una bruja. Y no he hecho nada salvo curar con pócimas a los enfermos. Me entregaste bajo una trampa. Jugaste sucio. Podrías simplemente haberme delatado en casa. Pero no; tú necesitabas decirme que deseabas pasar una noche lujuriosa, a la que fui sin dudar. Encontré al Gran Sacerdote Inquisidor. Viste mi cara de asombro. Y mis lágrimas de dolor te arrancaron una sonrisa.

¿Qué sucederá?

A ti nada. Yo estoy en una pira de leña, esperando que alguien de la orden que me enviará a una de las peores muertes conocidas. Seré quemada viva. Por tu traición. Porque confié en ti y tú me entregaste.

*Cae el telón*

Quiero volver a casa, mamá

Quiero volver a casa, mamá by Lady Eevee.

Para la tabla “Sucesos” de Retos Ilustrados.
Reto: Soledad, número 1.
Nota: Me ha costado mucho ver la soledad como algo triste, la verdad. Pensé que no sería tan difícil y que las palabras saldrían con mayor facilidad, pero veo que no ha sido así. Pese a ello no deja de estar escrito con todo mi cariño.


*Se abre el telón y que empiece la función*

Si no hubiera desobedecido a mamá esto no habría ocurrido jamás. Me pregunto una vez más de dónde saqué las energías para hacer semejante tontería. Ahora estoy encerrada entre cuatro rugosas paredes de piedra. Atrapada en el corazón de la selva amazónica. Encerrada en un lugar desconocido, sin alimentos ni bebida.

Observo atentamente las paredes de roca. Trato de encontrar algún lugar por el que poder empezar mi ascenso hacia arriba. Aunque tengo la corazonada de que es imposible. Llevo ya cuatro intentos y no hay manera. Tampoco vale la pena chillar. La entrada está cubierta por un espeso manto de hojas caídas. Así es como yo me he metido en la boca del lobo.

La helada agua, que viene de un manantial subterráneo, me llega hasta la cintura. Mis piernas están ya agarrotadas y la circulación es casi un imposible. Intento moverlas, pero me parece que debo hacer un sobreesfuerzo excesivo y apenas ya me quedan energías.

Estoy desesperada. Lo peor de todo es que estoy sola. La soledad nunca me ha gustado. Siempre he querido morir en un lugar acompañada de alguien. Quizás mi marido, o mis hijos. Tal vez mis nietos también estuvieran allí cerca. Pero no quería estar sola, en una cueva, a quinientos metros bajo la selva.

Distrayéndome de mis lamentaciones, pienso en qué deben estar haciendo mis padres. Seguramente ya deben de estar a punto de llegar al pueblo. Cuando vean que yo no he alcanzado la aldea tampoco sospecharán. Creerán que yo estaré enfurruñada porque no han querido seguir el camino que yo propuse y que llegaría más tarde a posta.

Antes del anochecer, encenderán una fogata y se pondrán a cocinar algo. Yo estaré aquí; imaginándomelos. Recordando el sabor del estofado casero de mamá. Pero estaré sola, sin ellos. Y lloraré hasta que mis ojos no den ni una gota de agua más de sí.

Dios… estoy sola. Sin papá. Sin mamá. La soledad me consume por dentro. No lo soporto. Me desespero. Veo la única solución. Enloquecida, me tiro contra la estalagmita que hay en un rincón de mi jaula natural. Siento la punta clavarse en mí. Un líquido rojo mancha mi mano y mi camiseta. Lentamente, siento como la tranquilidad me invade. Ya no estaré sola…

*Cae el telón*

dilluns, 2 d’agost del 2010

La flor del Lotus

La flor del Lotus by Lady Eevee.

Para la tabla “Sonrisas” de Retos Ilustrados.
Reto: Beatífica, número 7.


*Se abre el telón y que empiece la función*

El grupo de los cinco chicos están en un hotel de la Índia, de vacaciones. Una semana sin papás, ni mamás ni hermanos incordiando de por medio. Serán siete días de total libertad: Mary podrá fumar, Moz beber todo lo que quieras, Ally hacerse los piercings que le vengan en gana, Austin hacer todos los deportes de riesgo que se le ocurran y Emily ligará con todos los chicos que se le crucen en su camino. Al fin y al cabo son jóvenes. Y son sus vacaciones. Y no van a pretender parecer unos santos.

Salen del hotel después de dejar sus maletas. Están eufóricos todos ellos. Aunque hay una, Ally, que tiene un mal presentimiento. Decide dejar al grupo y unirse a ellos más tarde.

Vagabundea por las calles, sin rumbo fijo. Sigue una corazonada, que la llevas hasta un templo budista. Allí entra, decidida; armada de valor para escuchar cualquier calumnia o cualquier frase de buena suerte.

El monje la recibe. La hace sentarse y meditar por una hora. Ella le pregunta por sus amigos y por su estancia aquí. Tiene un mal presentimiento. Él simplemente sonríe. Es una sonrisa pura en esencia. Transmite confianza y serenidad. A ella se le van los temores. Él le ofrece una taza de té de flor de Lotus. Ella acepta y se marcha, después de hacerse una foto con el monje.

Esa sonrisa será su recuerdo más preciado de las vacaciones. Ahora le toca ir a hacerse un piercing en el ombligo.

*Cae el telón*

La dama del eclipse

La dama del eclipse by Lady Eevee.

Para la tabla “Sonrisas” de Retos Ilustrados.
Reto: Misteriosa, número 6.


*Se abre el telón y que empiece la función*

Todo el mundo está excitado. Hoy se verá un eclipse. Y, además, desde aquel pueblecito pequeño se verá perfectamente. Situado en una colina del hemisferio norte, cuando el Astro Rey salga, coincidirá con la Señora Noche y juntos bailarán durante un par de minutos.

La gente viene a raudales. Los hoteles están llenos. Los restaurantes están haciendo más dinero que en toda su carrera. Hay souvenirs; recuerdos, de este día tan especial hecho artesanalmente por gentes que quieren sacarse un dinerillo extra. Las tiendas de campaña para aquellos que no han logrado una habitación ya están montadas. Se huele una salchicha a medio hacer. También a zumo de naranja. Alguien ya desayuna.

De repente, un grito. Y otro. Y le sigue un tercero. La gente se asombra. Ya han llegado los dos bailarines. Todo el mundo alza su cabeza hacia el cielo y contempla el espectáculo. Perfecto y precioso. Ejecutado como se debe.

Sientes una punzada. Bajas la vista y la ves. Es una dama vestida de negro. El ala de su sombrero le cubre la mitad de la cara. Solo puedes observar parte de su pálido rostro y unos labios pintados en un fresco rojo. Coges la mano de Emily y reclamas su atención, señalándole el lugar al que debe dirigir sus ojos.

La miráis.

Os devuelve la mirada.

Sonríe y desaparece.

El eclipse termina. La buscas, pero no la encuentras. Por la noche, un cuervo se posa en tu ventana. Trae una carta. La abres. Es el lugar y la fecha donde se celebrará el próximo eclipse. La Dama del Eclipse te ha invitado. Ha firmado con su sonrisa.

Una sonrisa misteriosa.

*Cae el telón*

Austin, ¡serás mi galán!

Austin, ¡serás mi galán! by Lady Eevee.

Para la tabla “Sonrisas” de Retos Ilustrados.
Reto: Seductora, número 5.


*Se abre el telón y que empiece la función*

Emily se maquilla con esmero; dándolo todo en cada pasada de la brocha. ¿Por qué tan perfecto? Si solo va a salir a cenar con Moz… ¡ni que fueran a casarse en veinte minutos! Repámpanos, a veces ni a mi género entiendo.

—Ally, no te quedes mirando así y ayúdame con las uñas —me ordena tu mejor amiga. Maldigo el coñazo de pacto que me hizo jurar hace tres años. Recuerdo velozmente que decía algo sobre amigas para siempre, ayudarse a maquillarse y arreglarse las uñas para una cita e incluso había una cláusula que me obligaba a liarte a puñetazos con la chica que le robara el novio a la otra.

—Chicas, ¡qué Emily llega tarde! —grita Mary desde abajo. Bufo. Voy a definitivamente buscar ese pacto y tachar las dos primeras cláusulas. La tercera; la de liarme a puñetazos, no me importa; que sé que Emily lo ha hecho por mí.

Transcurren diez minutos más. Son ajetreados. Atronadores. Horribles. Una cárcel… vale, quizás lo estoy exagerando. Al final, Emily sale con un precioso vestido y zapatos de tacón. Suerte que Moz es alto. Suerte que Emily sin tacones es baja. Suerte que Emily con tacones no es mucho más alta.

Se despiden de Mary y de mí. Mi amiga me dice que ha quedado con Alejandro. Maldigo por lo bajo. Novios y citas. ¿Y yo qué? Ah, no. De eso nada. Yo también formaré parte del reverendo club de enamorados… ¿pero cómo me enamoro en cinco segundos?

Llamo a Austin.

Llega en cinco largos minutos.

Le sonrío de forma seductora. ME muerdo un poco el labio inferior, para darme un aire pícaro. Él, anonado, me pregunta que sucede. ¡Por Dios!, nadie me comprende. Sin poderlo aguantar más, le chillo:

—¡Austin, serás mi galán!

Voy a odiar para toda la eternidad las sonrisas seductoras. No van conmigo, ¡para nada!

*Cae el telón*

¿Yo afable? ¡Eso es que no soy yo!

¿Yo afable? ¡Eso es que no soy yo! by Lady Eevee.

Para la tabla “Sonrisas” de Retos Ilustrados.
Reto: Afable, número 3.

*Se abre el telón y que empiece la función*

Un café en mitad de la ciudad de Ottawa. Una chica vestida con tejanos claros y camiseta amarilla. Lleva muchos collares y anillos. A pesar de estar en pleno invierno en Canadá, parece no tener frío con esa fina prenda de ropa. Se está tomando un chocolate caliente. Se lo lleva lentamente a la boca, lo degusta, traga y vuelve a posar la taza en la mesa, para repetir lo mismo unos instantes más tarde. Admira el paisaje; eso es todo.

La contemplas y te preguntas cómo debe ser. Luce una sonrisa afable. Parece simpática y educada. Además, es guapa. Quizás te sirva para tu próximo anuncio publicitario. Tal vez ella pueda emplear esa sonrisa con la nueva pasta de dientes de Colgate. Sí, eso es. Ella puede ser un buen spot publicitario.

Como no dejas de mirarla, has atraído su atención. Se levanta y se sienta delante de ti.

—Y bien, ¿en qué puedo ayudarle? —pregunta. Te guiña el ojo y prosigue —. Sepa que cobre quinientos dólares la hora conmigo. Mi tiempo es oro y no puedo malgastarlo.

—Tiene una sonrisa realmente preciosa. Invita a conversar y a mirarla.

—Oh, entonces subiré mi propuesta: Setecientos dólares la hora por mi sonrisa.

Reís. Sí, es simpática y bromista. Eso es bueno. Le propones tu plan sin siquiera preguntarle como se llama. Ella te escucha atentamente. Finalmente, asiente con la cabeza y te saca la lengua.

—Lo siento, señor, pero yo lo último que soy es afable. Ahora mismo siento la necesidad de tirarle el chocolate encima por haber estado mirándome durante más de media hora. Me debe trescientos cincuenta dólares. Y ahí le dejo la cuenta de mis cinco chocolates y…

—¡Ally, basta! —la reprende alguien —. Vámonos y deja al señor en paz.

Se gira y te hace una seña obscena. Sale pitando tras de lo que parece su madre y se mete en el coche sin mirarte de nuevo. Un camarero se acerca a ti.

—Me han pedido que le diera esto —dice mientras te entrega un papel doblado.

Lees:


“No soy la persona adecuada. Mi sonrisa es sincera, pero de afable no tengo ni una gota hasta que me conocen (y han de pasar días para eso). Le sugiero a mi amiga Mary. Sus dientes le deslumbrarán y la cantidad de temas que tiene para hablar también.


Ally.”

En fin. Pagas lo tuyo y lo de Ally y sales en busca de la tal Mary, aunque sabes que por mucho que la chica lo niegue, en el fondo es una persona de buen trato.

*Cae el telón*

Van dos y se cae el del medio

Van dos y se cae el del medio by Lady Eevee.

Para la tabla “Sonrisas” de Retos Ilustrados.
Reto: Divertidas, número 2.

*Se abre el telón y que empiece la función*

Van al parque de la esquina. Se sientan en los bancos, esperando ver algo. O no ver nada. La verdad es que no les importa. Ally, Mary, Emily, Moz y Austin son amigos de toda la vida. Casi nacieron juntos. Estuvieron juntos en la sala de bebés. Allí se conocieron. Allí empezaron los primeros lazos de amistad.

Pasa un hombre con un chaquetón negro. Austin bromea sobre la posibilidad de que cobije a un muerto, pues el hombre tiene un panzón realmente abultado. Cosas de la cerveza, dice alguno de ellos por ahí; entre susurros y risas.

Una mujer de unos cuarenta años cruza el parque por delante de ellos. Mary empieza a contonearse como esa desconocida en cuando se marcha. Pone morros, empieza a gesticular, exagerando el movimiento de sus pechos. Moz suelta que ella no necesita silicona, al menos por ahora. Ríen. Esa ha sido buena. Mary le salta encima mientras trata de asfixiarle con un abrazo.

Una pareja feliz y joven se sienta en el banco de enfrente. Hablan y se cogen de las manos. Los chicos no quieren parecer maleducados, pero desean divertirse como cada día hacen. Empiezan a simular sonidos de pedos y besos húmedos. La pareja mira alrededor incómoda. Se levantan y se marchan. Ellos se ponen a representar las caras de los dos novios. Se oyen más carcajadas.

Esperan a su próxima víctima. Pasan los minutos y nadie viene. Se cansan. Es aburrido. De repente, Ally se levanta y chilla:

—¡¡Van dos y se cae el del medio!!

Todos se ríen, pero no saben el porqué. El chiste es malísimo; penoso. Pero lo ha dicho uno de ellos en un momento justo. Es lo que ocurre con los buenos amigos. A todo se le puede sacar una sonrisa divertida.

*Cae el telón*

Dale alegría a tu cuerpo, Macarena

Dale alegría a tu cuerpo, Macarena by Lady Eevee.

Para la tabla “Sonrisas” de Retos Ilustrados.
Reto: Alegre, número 1.

*Se abre el telón y que empiece la función*

—¡Ally! —chilla alguien desde el otro extremo de la abarrotada sala—. ¿Qué leñes haces aquí sentada? Vamos a bailar, mi terroncito de azúcar.

Niego con la cabeza. Mi negativa hace ponerse de morros a mi interlocutora. Si no quiero bailar, no voy a bailar, punto y final de la discusión. Cáspita, ¿por qué todo el mundo se emperra en que te lo pases bien cuando tu novio te planta por una chica mayor rellena de silicona? Que se necesita un mínimo de seis meses de luto, según psicólogos, para poder superarlo… ¡y yo apenas llevo dos semanas!

—No quiero, Mary. No me apetece para nada. Voy a quedarme aquí, con la mirada perdida, triste, enfurruñada y bebiendo este ponche de garrafón que sabe horrorosamente mal. Voy a superar así a David.

Ella se me queda mirando. Se encoge de hombros y se va. Cuando me pongo así, estoy imposible. O es lo que suelen decirme todas mis amigas, ya sean falsas o verdaderas. Suspiro y me sirvo otro ponche mientras me voy a seguir sumiéndome en la más negra de las depresiones en las escaleras del pabellón; donde se celebra el baile de fin de curso.

Y pienso: Es la fiesta más importante del año. Es lo más “in”, lo más “hit” y lo más “cool” —vaya gilipollez hablar a lo fresita… — de los 365 —366, en esta ocasión — días que compone un año. ¡Qué le den al canalla de David! Escupo el ponche que tengo en la boca y le pido al DJ que pinche La Macarena —sí, sí, esa canción tan famosa de hace tantos siglos —.

Subo al escenario y empiezo a bailar. Me dejo llevar por el ritmo de la música que conozco desde que era una niña pequeña. Doy vueltas y veo mi reflejo. Sonrío. ¡Y es una sonrisa alegre!

Quizás no sean necesarios seis meses. Tal vez la voluntad sea la clave…

*Cae el telón*